Altas temperaturas y alimentos recomendados

Daniela AstudilloDaniela Astudillo, académica Carrera de Nutrición y Dietética UDLA Sede Viña del Mar

Durante la temporada de verano, las altas temperaturas no solo afectan nuestro bienestar físico, sino que también tienen un impacto significativo en la alimentación y nutrición.

Uno de los efectos más notorios es la deshidratación. La transpiración aumenta en un esfuerzo por regular la temperatura corporal, lo que puede llevar a una pérdida significativa de líquidos y electrolitos. Además, el apetito puede disminuir debido al cansancio y la incomodidad que genera el calor, lo que podría resultar en una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales.

Sin embargo, existen recomendaciones y ciertos alimentos pueden ayudarnos a mantenernos saludables y cómodos.

Aumentar la ingesta de líquidos y mantenerse bien hidratados, es clave. En verano, el cuerpo pierde líquidos rápidamente, por lo que es fundamental consumir idealmente agua, evitando las bebidas azucaradas o con cafeína, ya que pueden promover la deshidratación.

Es importante consumir alimentos hidratantes como frutas y verduras con alto contenido de agua (sandía, melón, pepino, tomate y apio) que nos ayudan a mantener la hidratación. Estas opciones no solo reponen agua, sino que también aportan fibra, vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para funcionar correctamente.

Se recomiendan comidas de fácil digestión ya que, durante el calor extremo, el apetito suele disminuir, por lo que es aconsejable optar por comidas ligeras y frescas. Los alimentos fáciles de digerir no requieren de mucha energía para su metabolización, lo cual es un alivio cuando el cuerpo está más lento por el calor. Algunos de ellos son verduras en todos sus formatos (tortillas, ensaladas, budín, guisos, entre otros) y frutas con mayor contenido de agua. Evitar alimentos muy grasos, fritos o excesivamente condimentados, ya que estos pueden ser difíciles de digerir y generar incomodidad. Además, las comidas muy calientes pueden aumentar la sensación de temperatura corporal.

El calor puede aumentar el riesgo de deficiencias vitamínicas y minerales debido a la sudoración excesiva. Es recomendable consumir alimentos ricos en potasio (como el plátano, palta y los cítricos), magnesio (presentes en frutos secos y semillas) y vitamina C (abundante en frutas cítricas, pimentón). Estos nutrientes ayudan a mantener el equilibrio de líquidos del organismo y la función muscular adecuada.

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