Karen Caro Vallejos, académica de Escuela de Enfermería, Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar.
El cáncer se ha convertido en una de las principales causas de muerte en América (OPS) y la OMS advierte sobre un incremento del 77% hacia 2050. Entre los diferentes tipos de cáncer, el de piel ha suscitado una creciente preocupación tanto a nivel global como nacional. En Chile, en 2023, se registró un alarmante aumento del 40% en las muertes por esta enfermedad, alcanzando un récord de más de 560 fallecimientos, la cifra más alta en 21 años.
Los tipos de cáncer de piel más comunes son No Melanoma, que se divide en dos variantes, cáncer de células escamosas (espinocelular). Este tipo se origina en las células planas de la parte superior de la epidermis. Suele aparecer en áreas expuestas al sol (cara, orejas, labios, dorso de las manos). También puede desarrollarse en cicatrices o heridas crónicas. Aunque generalmente se puede extirpar por completo, tiene una mayor propensión a extenderse a capas más profundas de la piel y a otras partes del cuerpo. Un 20% de los cánceres de piel pertenecen a este tipo. Asimismo, de este tipo, es el cáncer de células basales. Esta enfermedad se origina en las células que se encuentran en la parte inferior de la epidermis. Al igual que el anterior, suele aparecer en zonas expuestas al sol. Aunque crece lentamente y es poco probable que se propague, si no se trata, puede invadir tejidos cercanos. El 80% de los cánceres de piel pertenecen a este tipo.
El Melanoma maligno se origina en los melanocitos, las células que producen el pigmento marrón llamado melanina, que protege las capas más profundas de la piel de los efectos nocivos del sol. Aunque el melanoma es menos común que otros tipos de cáncer de piel, es más agresivo y puede reaparecer en el mismo lugar si no se extirpa completamente. Existen factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel, algunos de los cuales son difíciles de modificar, como la predisposición genética y los factores inmunitarios. Sin embargo, muchos otros factores son prevenibles, entre ellos la exposición a la radiación UV, siendo el factor más significativo en el desarrollo del cáncer de piel. Se estima que entre el 50% y el 90% de los casos están relacionados con la acumulación de rayos UV. Otro factor es el Tabaquismo, asociado al desarrollo de cáncer espinocelular en la cavidad oral.
Otro aspecto preocupante es el bajo índice de detección precoz de melanoma en la población chilena. Los estudios indican que menos del 20% de los casos son detectados a tiempo, a pesar de que la detección temprana puede traducirse en una tasa de sobrevida superior al 90%.
Si bien es cierto que, la luz solar tiene beneficios, como la mejora del estado de ánimo y la síntesis de vitamina D, la OMS señala que una de cada tres muertes por cáncer de piel no melanomatoso se debe a la exposición prolongada al sol. Este riesgo es especialmente alto entre los jóvenes menores de 25 años, quienes suelen exponerse al sol en balnearios durante las horas de mayor radiación UV, entre las 11 y 16 horas y/o menores de 35 años que hacen uso de solárium.
Es fundamental tomar conciencia sobre estos riesgos y adoptar medidas preventivas para proteger nuestra salud y la de las futuras generaciones. La educación y la detección temprana son claves en la lucha contra el cáncer de piel.
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