Durante el año 2020 nos vimos obligados a generar una rápida adaptación de todo nuestro sistema de vida, desde cómo tuvimos que restringirnos en cuanto a movilidad y contacto físico, y la adaptación de nuestra propia intimidad para poder cumplir con el teletrabajo. En este contexto, vimos postergada nuestra gratificación, de corto y mediano plazo, así como también de instancias que llenasen nuestras expectativas, incluso, de cómo distraernos o descansar tras largas jornadas frente a un computador.
De esta forma, necesitamos contar con un espacio de merecidas vacaciones, focalizadas en hacer alguna actividad que nos guste y nos otorgue sensaciones positivas, para posteriormente, volver a enfrentar un nuevo año laboral.
Hoy está presente la pregunta respecto de cómo deberíamos vacacionar mientras aún nos encontramos en pandemia, si bien hay respuesta variadas, es bueno abordar algunos conceptos básicos en torno a este descanso. En primera instancia, se puede mencionar que no existe una única forma de vivir este proceso, pero sí hay puntos en común, por ejemplo, el permitirse espacios físicos y de tiempo orientados únicamente a hacer una actividad que nos guste, ya sea leer un libro, seguir una serie o película o hacer actividad física, entre otras cosas.
Para aprovechar el tiempo, debemos contar con algún espacio físico que nos sirva para estar en calma, pudiendo utilizar los mismos lugares que ocupamos para trabajar, pero con una significancia diferente. Es fundamental que la zona a utilizar esté libre de implementos o documentación de trabajo y que los tiempos que manejamos, así como el ritmo de vida, lo desaceleremos al menos levemente.
Otro objetivo, es aprovechar el tiempo para regularizar nuestro sueño, entendiéndose que hay que mejorar la calidad y no la cantidad de horas, que nos permitan familiarizarnos con una perspectiva funcional y constructiva de cómo desconectarnos del trabajo para comenzar a conectarnos con nosotros mismos. Quizás este ejercicio no sea algo simple, pero así como gran parte de las adaptaciones que hicimos el 2020 apuntaron a una eficacia en los procesos, con el mismo esfuerzo e inteligencia podamos aprovechar esta instancia para descansar donde sea que nos toque pasar las vacaciones, pues lo cierto es que este merecimiento estuvo más que ganado.
Rolando Sepúlveda
Académico Escuela Psicología
Universidad de Las Américas