Gonzalo Chávez, coordinador del Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano-Animal de Universidad Santo Tomás, explica que el fenómeno que será visible este lunes no debería provocar grandes cambios en la conducta de los animales.
Este lunes 14 de diciembre, a las 13:02 horas, se podrá presenciar en nuestro país un nuevo eclipse solar. Aunque se disfrutará en su totalidad sólo en ciertos sectores de la zona sur y en el resto del territorio será menos perceptible, de todos modos es útil conocer algunas recomendaciones para el cuidado de las mascotas frente a este fenómeno. Y es que a lo largo de la historia se han instalado varios mitos respecto a los efectos que podría tener un eclipse particularmente sobre perros y gatos. Gonzalo Chávez, coordinador del Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano-Animal de la Escuela de Medicina Veterinaria de Universidad Santo Tomás, explica qué hay de cierto en algunas de estas creencias.
En primer lugar, el también académico de la sede Viña del Mar de UST señala que durante el eclipse “no hay riesgo con que las mascotas sean alimentadas y si una hembra está preñada, sus fetos no correrán riesgo o daño atribuible al evento”. Si bien parecen advertencias obvias, el docente aclara que esos supuestos peligros están instalados en el imaginario popular y hoy, a pesar de las evidencias, hay gente que aún los sigue creyendo y divulgando. En ese mismo sentido, dice que las mascotas pueden permanecer en el jardín o al aire libre durante el eclipse porque no hay riesgo de exposición mayor a Rayos X.
Eso sí, Chávez advierte que no se debe intentar por ningún motivo que las mascotas observen el eclipse, ya que sus ojos se pueden dañar al igual que el de los humanos. En cuanto a su conducta, sostiene que no debería sufrir cambios producto de este fenómeno. Sí es cierto que los perros y gatos podrían reaccionar con algo de nerviosismo, pero eso sería más atribuible al entorno, por ejemplo, si están en lugar con aglomeración de personas.
“Las mascotas no deberían reaccionar con temor ni cambiar particularmente su conducta. Donde sí se podrían observar cambios es en las especies que condicionan su actividad al día o la noche, como las aves, murciélagos o insectos. Sin embargo, como es un evento que dura sólo unos minutos, los cambios deberían ser muy fugaces y sutiles”, asegura el docente de Universidad Santo Tomás.
“Hay que evitar acudir a zonas concurridas a presenciar el eclipse. Hacerlo sí podría poner nervioso a tu perro. Y si crees que tu perro o gato puede ponerse nervioso, entonces asegúrate de dejarlo bajo supervisión o bien, ofrécele una zona segura donde se sienta bien resguardado”, continúa, finalizando con un recordatorio: “no olvides que ser un tutor responsable es asegurar el bienestar físico y emocional de tu mascota”.