Mg. Annelene Heim
Directora Departamento Ciencias Básicas
Universidad Santo Tomás Viña del Mar
A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en el avance de las ciencias, a menudo a la sombra de sus colegas masculinos. Desde las pioneras como Marie Curie, quien fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel y la única en recibirlo en dos campos diferentes (Física y Química), hasta figuras contemporáneas como Jennifer Doudna, coinventora de la técnica CRISPR de edición genética, las contribuciones de las mujeres han sido esenciales para el desarrollo del conocimiento científico.
Sin embargo, a pesar de estos logros, la brecha de género en las carreras científicas sigue siendo una realidad. Según datos de la UNESCO, las mujeres representan solo el 30% de los investigadores en todo el mundo. Esta disparidad no solo limita las oportunidades para las mujeres, sino que también empobrece el campo científico al privarlo de diversas perspectivas y enfoques. Por lo que es crucial impulsar a las jóvenes de hoy a considerar carreras en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Para poder lograr esto, debemos crear un entorno que fomente la curiosidad y la confianza en sus habilidades; como por ejemplo: Modelos a Seguir; visibilizando a mujeres científicas en diferentes campos, programas de mentoría y charlas en escuelas que muestren que el éxito en la ciencia es alcanzable; Educación Inclusiva; en donde se incluyan en los currículos educativos la historia de las mujeres en la ciencia, destacando sus logros y contribuciones; Apoyo y Recursos; como becas, talleres y programas de apoyo en las ciencias diseñados para mujeres; Cultura de Inclusión; fomentando un ambiente en el que se valore la diversidad y se promueva la igualdad de género tanto en las aulas como en los laboratorios; y finalmente Celebrar los Logros; reconociendo los logros de las mujeres en la ciencia, tanto en el ámbito académico como en la industria.
En conclusión, el papel de la mujer en las ciencias ha sido y seguirá siendo crucial para el avance del conocimiento y la innovación.
Alentar a las jóvenes a perseguir carreras científicas no solo es un paso hacia la igualdad de género, sino también una inversión en un futuro más brillante y diverso para la ciencia. Juntas, podemos cerrar la brecha de género y construir un mundo donde todas las voces sean escuchadas y valoradas en el ámbito científico.
¡El futuro de la ciencia necesita a las mujeres!
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