Cuidemos nuestras playas

Pablo Oyarzun UNABLas playas son uno de los rincones naturales que más disfrutamos en verano, pero lamentablemente, las cuidamos muy poco. Es común encontrar en la arena desechos como colillas de cigarro, latas, vidrios, plásticos y tapas de botella, entre otros. Estos residuos, tras un ciclo mareal diario, terminan en el fondo del mar, descomponiéndose en pequeñas partículas que hoy conocemos como microplásticos, uno de los contaminantes más invasivos para los seres humanos. Cabe recordar que, inclusive, se ha encontrado microplástico en la sangre humana.
El impacto de estos desechos es devastador. Por ejemplo, una simple colilla de cigarro puede contaminar hasta 50 litros de agua y su efecto puede durar años en el ecosistema. Contienen sustancias tóxicas como nicotina, arsénico y plomo, altamente perjudiciales para la vida marina y para nuestra salud.
Además, el escaso respeto por la vida marina es preocupante. Es común ver a niños jugando con estrellas de mar, cangrejos y moluscos, que luego quedan abandonados en la arena y terminan muriendo.
Cuidar nuestras playas es una responsabilidad compartida. Un pequeño cambio en nuestros hábitos puede marcar la diferencia para preservar estos valiosos ecosistemas para las futuras generaciones.
Dr. Pablo A. Oyarzún
Director Biología Marina U. Andrés Bello e investigador del centro de investigación marino de Quintay (CIMARQ)

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