Gonzalo Gallardo Martínez, director de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar.
La voz humana es uno de los instrumentos más fascinantes y personales que existen. En el Día de la Música, reflexionemos sobre su papel no solo como medio de expresión, sino también como vehículo melódico, cargado de emociones y matices únicos.
¿Por qué algunas voces son más melodiosas que otras? La respuesta está en una combinación de factores: desarrollo, ambiente y entrenamiento. Un niño o niña que crece rodeado de música y canto desarrolla un oído más afinado y, en consecuencia, una voz más melodiosa. Esto ocurre gracias a la exposición temprana a estímulos musicales que fomentan la imitación de melodías y tonalidades. Sin embargo, aunque la formación musical temprana juega un papel clave, no es un factor exclusivo.
El potencial vocal puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida. La técnica vocal permite entrenar y perfeccionar habilidades como la extensión tonal (los rangos de notas que una persona puede alcanzar) y la tesitura (los rangos donde la voz se siente más cómoda). Respiración, postura, intensidad y timbre son algunos de los aspectos trabajados en este proceso, demostrando que, aunque todos podemos cantar, con entrenamiento se pueden alcanzar niveles más altos de calidad y precisión.
La anatomía vocal influye en las características de la voz. Pliegues vocales más gruesos tienden a producir tonos graves, mientras que los más delgados generan tonos agudos. Sin embargo, el tracto vocal y los resonadores también desempeñan un papel crucial, moldeando el timbre y la calidad de los sonidos emitidos.
El cuidado vocal es fundamental, no solo para cantantes, sino también para profesionales como actores, docentes y locutores. Algunas recomendaciones clave incluyen: evitar cambios bruscos de temperatura; no consumir alimentos ni bebidas deshidratantes en exceso, como alcohol o cafeína; mantener una adecuada hidratación; realizar ejercicios de calentamiento y enfriamiento vocal antes y después de usar la voz de forma intensa; prevenir el reflujo gastroesofágico evitando cenas tardías y alimentos irritantes y no fumar, ya que afecta directamente la salud de las cuerdas vocales.
Sin lugar a duda, con el tiempo, la voz cambia debido a un proceso natural conocido como “presbifonía”, que afecta la calidad vocal al envejecer. Aunque todos experimentamos estos cambios, los cantantes con entrenamiento técnico y cuidados específicos (como una adecuada higiene vocal) logran mitigar los efectos del paso del tiempo, preservando la calidad de su voz.
En este Día de la Música, celebremos no solo las melodías que disfrutamos, sino también la maravillosa capacidad de nuestra voz para ser parte de ellas. La voz, como instrumento único, conecta nuestra esencia humana con el arte de la música, recordándonos que siempre hay espacio para aprender, entrenar y disfrutar de su magia.
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