Macarena Luman capacitó a un equipo interdisciplinario que trabaja con niños y jóvenes con condiciones especiales sobre alimentación saludable.
Más de 200 niños, niñas y jóvenes se atienden en el Centro de Atención Infantil Integral (CAIT) de Málaga Norte en España. Son pacientes que están en riesgo o presentan una alteración en su desarrollo como condición del espectro autista, parálisis cerebral o Síndrome de Down. Estos centros son subsidiados por el gobierno español y buscan detectar y tratar estas condiciones de manera temprana.
Macarena Luman, nutricionista y académica de la carrera de Nutrición y Dietética UST Viña del Mar está cursando el Magister de Atención Integral en la Primera Infancia en la UST que tiene una doble titulación, incluyendo el Master de Atención Temprana en la Universidad de Málaga. Dentro de ese contexto y debido a que tenía que realizar una práctica externa, decidió hacerlo en el CAIT de Málaga.
Fueron tres semanas de intenso aprendizaje y también de formar a otros profesionales de la salud en alimentación, ya que este centro nunca había incluido a una profesional nutricionista en estas filas.
“Como nutricionistas tenemos un rol importantísimo porque la alimentación es fundamental para el desarrollo. Por ejemplo, los niños en la condición del espectro autista tiene hipersensibilidad a ciertos alimentos por lo tanto tienen selectividad alimentaria, entonces si carecen de nutrientes no va a existir un desarrollo para ellos y seguimos teniendo limitaciones”, explicó la nutricionista.
En su pasantía también tuvo la oportunidad de intervenir a pacientes y sus familias. “En el caso de uno niño que tenía selectividad alimentaria, hicimos un juego de comida y a través de un alimento que él ya conocía y comía, incorporamos un nuevo alimento. Los niños que tienen autismo tienen una inflexibilidad o una selectividad en torno a esta rutina de alimentos, si los sacamos de esa rutina no es bueno. Hay casos y casos, a veces son hiper o hipo sensibles entonces no les gusta una textura y no consume el alimento. Entonces vamos trabajando con las manos, por ejemplo, para que se vaya adaptando a este nuevo alimento”.
La presencia de Macarena en el programa fue valorada por el equipo interdisciplinario que le pidió hacer algunas capacitaciones antes de terminar su pasantía. “Muchas veces la familia tiene muchas cosas en qué preocuparse entonces la alimentación no es la prioridad, pero a través de distintas técnicas culinarias pudimos lograr incorporar alimentos más saludables en la alimentación de los niños”.
Conocimientos que fueron compartidos con los estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética en los laboratorios que imparte Macarena. “Es importante que conozcan sobre la selectividad alimentaria que ocurre en la etapa escolar, esto de manera general en todos los niños porque tenemos la tarea como nutricionista de resolver cómo hacer ciertos productos -como hamburguesas- más saludables y así que puedan consumir los nutrientes esenciales en esta etapa”.
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