Iniciativa pionera de la Escuela de Educación de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar, permitió entregar un espacio donde la experiencia educativa adquiere otras dimensiones únicas a través de lo lúdico, lo audiovisual, las artes y el conocimiento.
La Escuela Salvador Allende es un establecimiento educacional público ubicado en uno de los barrios con mayor estigmatización social de Viña del Mar: Glorias Navales.
Es allí y en ese contexto, donde la Escuela de Educación de la U. Andrés Bello, a través de su laboratorio de aprendizaje, decidió intervenir para desarrollar uno de los proyectos educativos más innovadores que se desarrolla en la zona.
Se trata la instalación de una sala de experimentación pedagógica, iniciativa pionera que modifica las formas de aprender a través de la creación de experiencias que vinculan el arte, cultura y las disciplinas escolares, que ya se ha puesto en marcha en otros colegios particulares subvencionados de Valparaíso y Quilpué.
Avance en la educación
Fue un verdadero “paso adelante” para una comunidad que abrió sus puertas con entusiasmo para estrenar estas dependencias ante la propia alcaldesa viñamarina, Macarena Ripamonti, quien llegó a conocer los beneficios de esta aula, en donde los docentes de la escuela y los practicantes de la UNAB podrán experimentar diversas metodologías para fortalecer el conocimiento a las nuevas generaciones a través de una puesta en escena que propicie la creatividad, la indagación y el gusto por aprender.
Así lo describió María Gabriela Huidobro, decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales UNAB, quien puntualizó que es “fundamental tener este tipo de espacios, ya que nosotros estamos formando profesores, y la única manera que ellos tienen de compenetrarse es a través de una experiencia situada en la actividad pedagógica; es una conexión real con la escuela. Es una manera de aprender con sentido”.
La jefa comunal viñamarina reconoció sentirse “orgullosa” y “agradecida” de un “proyecto maravilloso” en un sector donde los prejuicios sociales ocultan “lo hermoso de su gente”. “La educación podemos hacerla divertida”, mencionó Ripamonti, recibiendo como regalo diversas cartas hechas por los menores de quinto año básico, con mensajes de agradecimiento.
Trabajo conjunto con la UNAB que espera ser llevado a otras escuelas de comuna gracias al convenio firmado por ambas instituciones y que les permite trabajar proyectos conjuntos en diversas áreas.
Arte en sala de clase
Por su parte, Carmen Gloria Garrido, directora de la Escuela de Educación UNAB, sede Viña del Mar, destacó que “el arte debe estar en la sala de clases, la educación y la tecnología, además tenemos un mobiliario distinto, que los chicos pueden ocuparlo de una forma completamente diferente”. Además, mencionó que los tableros de las mesas pueden ser utilizados como pizarras de dibujo y escritura.
“Hay materiales para el ejercicio docente por ejemplo, discografías para conocer distintas épocas y la historia del país, vinculamos el arte, lo audiovisual y la pedagogía, trabajando en conjunto con profesores de distintas disciplinas”, relató la directora, señalando que este es un proyecto en la Escuela Presidente Salvador Allende que depende de la Corporación Municipal y que implica un trabajo sistemático con los profesores en formas de trabajo bajo las coordenadas indicadas.
Hernán Madariaga, director del establecimiento, se mostró emocionado por la dedicación brindada, particularmente por las potencialidades que tienen los niños, sabiendo demostrarlas pese al estigma social que arrastra este sector viñamarino. “Tenemos que tener claro eso, nuestra primera pedagogía es el amor”, manifestó.
Sofía Brandt, alumna de octavo año básico y presidenta del centro de alumnos local, agradeció el Laboratorio “que nos servirá para compartir y aprender, me siento muy orgullosa de estar aquí, este colegio me ha enseñado mucho para mi vida”, destacó.