Dr. Camilo García de la Barra, director de la carrera de Medicina UNAB Sede Viña del Mar.
En alerta se encuentran las autoridades y los equipos de salud en torno a la bacteria estreptococos del grupo A (EGA) o Streptococcus pyogenes, la que está provocando cuadros de salud más grave en personas infectadas con influenza.
El estreptococo, especialmente el Streptococcus pyogenes, se contagia principalmente a través de gotas respiratorias. Cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, libera pequeñas gotas que contienen bacterias, las cuales pueden ser inhaladas por quienes se encuentren cerca. También se puede transmitir esta bacteria tocando heridas infectadas o superficies contaminadas y luego llevando las manos a la boca, nariz u ojos (se recomienda evitar el uso compartido de utensilios, vasos o botellas, ya que puede traspasar las bacterias, mantener además buena higiene de superficies).
Algunas personas pueden ser portadoras asintomáticas de estreptococo. Esto significa que tienen la bacteria en su garganta o piel sin mostrar síntomas de enfermedad. Las razones pueden incluir: sistema inmune eficaz (su sistema inmunológico puede controlar la infección sin que se desarrollen síntomas); cepas menos virulentas (algunas cepas de estreptococo son menos agresivas y no causan síntomas evidentes).
Para determinar si una persona está contagiada con estreptococo, se pueden realizar las siguientes pruebas: cultivo de garganta (un hisopo se frota en la parte posterior de la garganta para recolectar una muestra, que luego se cultiva en un laboratorio para detectar la presencia de bacterias estreptocócicas; prueba rápida de detección de antígenos (RADT), esta prueba también utiliza un hisopo de garganta y puede proporcionar resultados en minutos. Sin embargo, puede no ser tan precisa como el cultivo; prueba de anticuerpos estreptocócicos (ASOT), también se puede usar para detectar una infección por estreptococo pasada.
El estreptococo puede ser especialmente peligroso para los niños por varias razones. Los menores, especialmente los más pequeños, tienen sistemas inmunológicos que aún se están desarrollando y pueden no ser tan eficaces en combatir infecciones. Las infecciones por estreptococo en niños pueden llevar a complicaciones graves, como fiebre reumática, glomerulonefritis postestreptocócica (una enfermedad renal), e infecciones invasivas como la fascitis necrotizante. La propagación es rápida en entornos como escuelas y guarderías. Las infecciones estreptocócicas pueden propagarse rápidamente debido al contacto cercano y a la dificultad de mantener una higiene adecuada.
El Estreptococo del grupo A (estreptococos piógenos) es el responsable de infecciones como faringitis estreptocócica, escarlatina, impétigo y enfermedades invasivas graves como la fascitis necrotizante y el síndrome de shock tóxico estreptocócico. El Estreptococo del grupo B (estreptococos agalactiae) a menudo afecta a los recién nacidos, causando infecciones graves como sepsis, neumonía y meningitis. También puede infectar a mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas y ancianos. El Estreptococos del grupo C y G son menos comunes, pero pueden causar faringitis y, en casos raros, infecciones invasivas.
Las infecciones por estreptococo del grupo A generalmente se tratan con antibióticos como la amoxicilina (primera línea de tratamiento) o la penicilina (en caso de alergia a la amoxicilina o infecciones graves). Para otros grupos de estreptococos, se pueden usar otros antibióticos según la sensibilidad de la bacteria. La prevención se basa en una buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y evitar compartir utensilios o vasos.
Las complicaciones potenciales de esta situación son: fiebre reumática (una enfermedad inflamatoria que puede desarrollarse después de una infección estreptocócica no tratada o mal tratada, afectando el corazón, las articulaciones, la piel y el cerebro); glomerulonefritis postestreptocócica (una inflamación de los riñones que puede ocurrir después de una infección estreptocócica de la piel o la garganta) e infecciones invasivas (en casos raros, las bacterias pueden invadir tejidos profundos, causando condiciones potencialmente mortales como la fascitis necrotizante.
Es importante la vigilancia y el tratamiento temprano. La detección precoz consiste en identificar y tratar rápidamente las infecciones estreptocócicas, ya que se puede prevenir la propagación y reducir el riesgo de complicaciones graves. Informar a la comunidad sobre los síntomas y las vías de transmisión puede ayudar a reducir la incidencia de estas infecciones.