Dr. Jorge Astudillo Muñoz, académico de la carrera de Derecho UNAB, Sede Viña del Mar.
El 1 de junio, el Presidente Gabriel Boric presentó su tercera Cuenta Pública, destacando logros en diversas áreas como seguridad, economía, desarrollo sostenible y derechos humanos, y generando controversias con la oposición.
En seguridad, Boric informó una reducción del 37% en la violencia en la zona sur de Chile y un aumento significativo del presupuesto para seguridad pública, con los mayores incrementos en ocho años. Se aprobaron 55 leyes relacionadas con la seguridad y se implementó el Plan Calles sin Violencia, que redujo la tendencia al alza de los homicidios en un 6%. Además, anunció un Plan Maestro de Infraestructura Carcelaria.
En otro ámbito, destacó la reactivación de la economía chilena, con una inflación reducida al 4% y la creación de más de medio millón de nuevos empleos. Subrayó el incremento significativo de la inversión pública y extranjera, con la cifra más alta de inversión extranjera directa desde 2015, y una proyección de crecimiento económico para 2024 aumentada a 2.7%. Sin embargo, resulta paradójico que Boric elogie la labor del Banco Central, cuya actual estructura y autonomía cuestionaba anteriormente al apoyar la propuesta de Constitución de la Convención Constitucional.
Uno de los anuncios más polémicos fue el proyecto de ley para regular el derecho al aborto legal y la urgencia al proyecto de ley de eutanasia y cuidados paliativos, provocando la reacción de parlamentarios republicanos que abandonaron la sesión en señal de repudio. Personalmente considero que esta actitud es una descortesía hacia el Presidente y las instituciones republicanas, y que siempre es necesario recordar que en democracia no hay temas tabú y los debates se deben dar en el parlamento.
Boric también se refirió al Crédito con Aval del Estado (CAE) y anunció que en septiembre se presentará un proyecto de ley para establecer un nuevo sistema público de financiamiento de la educación superior, que reemplazará al CAE y al Fondo Solidario, sin mencionar una condonación total.
En esta cuenta pública, Boric intentó resaltar los logros de su gobierno siguiendo la línea de su equipo comunicacional, pero su discurso no abordó adecuadamente las deficiencias en la gestión y manejo de recursos. Creo que aún persiste la sensación de que el gobierno no entiende las prioridades urgentes de la mayoría de los chilenos y muestra una falta de autocrítica fundamental para mejorar y responder a las necesidades del país de manera efectiva.