En junio de 1985, la Corporación Cultural de Viña se instaló en su actual centro de operaciones en Arlegui 683, en la llamada Sala Viña del Mar, una de las galerías de arte más importantes de nuestro país. Este espacio emblemático ha sido testigo de las primeras ferias del libro de la ciudad y es demandado permanentemente por artistas nacionales, extranjeros y promisorias figuras que presentan sus creaciones y se abren un espacio en el ámbito artístico.
“La importancia histórica de la Sala Viña del Mar está relacionada con el rol preponderante que tiene desde el año 85 en la difusión y promoción del arte y la cultura no solamente en Viña, sino a nivel regional”, explica Cristián Hormazabal, Director de la Corporación Cultural de Viña. “Por lo tanto, se vuelve un polo importante, por la cantidad de años que la Corporación lleva administrando la Sala más allá de su ubicación geográfica”.
Dentro de su histórico de actividades, la Corporación Cultural se distingue por la organización de dos eventos de notable relevancia en el ámbito de la exhibición y promoción de las artes visuales: el “Salón Nacional de Pintura”, el cual ha celebrado 38 ediciones, y la “Bienal Internacional de Acuarela Watercolor”, que ha contado con 10 iteraciones hasta la fecha. Además, se suma a esta destacada labor el concurso “Pan de mi Alma”, que se llevó a cabo durante el período de la pandemia, consolidando así su compromiso continuo con la promoción y difusión del arte en diversas manifestaciones.
En ese marco, la Exposición “Colección Pictórica de la Corporación Cultural de Viña del Mar” se erige con el propósito de contribuir al sector de las artes visuales, presentando un tributo a sesenta años de historia patrimonio visual, bajo la tutela de reconocidos artistas regionales y con la inclusión de propuestas tanto nacionales como extranjeras que han enriquecido la escena cultural la región de Valparaíso y el panorama artístico nacional. Esta exhibición, además de reflejar una línea curatorial abierta, ofrece una selección de obras que trascienden lenguajes, estilos y técnicas, dando cuenta de las tendencias y movimientos artísticos a lo largo de diferentes épocas. Es más que una mera exposición; es un tributo a seis décadas de historia visual, un homenaje a los artistas que han dejado una huella imborrable en la escena cultural de Valparaíso y un reconocimiento a aquellos creadores nacionales y extranjeros cuyo trabajo ha enriquecido el panorama artístico del país.
“Los aspectos más importantes para seleccionar las obras fueron el arraigo con la ciudad, que hayan expuesto en la Sala Viña y la temporalidad”, continúa explicando el Director. “Muchos pintores han estudiado en Viña del Mar o, en el caso del autorretrato de Hans Soyka de 1949, el tiempo lo vuelve patrimonial”.
Con una curaduría que abraza la diversidad de lenguajes, estilos y técnicas, esta exposición ofrece un viaje cautivador a través de las distintas corrientes artísticas que han marcado épocas y movimientos. De esta forman que entre los artistas que serán parte de la exposición son se encuentran Edgardo Catalán, Bruna Solari, Hans Soyka, Carlos Perot, Tole Peralta, entre otros.
“Llegaron de distintas maneras”, responde Hormazabal cuando se le pregunta cómo las obras quedaron en manos de la Corporación. “Los autores regalan o donan una obra con cada exposición que se presenta en la Sala Viña del Mar. Eso hace que la colección vaya creciendo y aumentando en torno al tiempo, ya sea en técnica, pintores y estilos”.
Este proyeco fue financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Región de Valparaíso, Convocatoria 2024, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
“La importancia de la exposición a nivel regional es significativa”, insiste el Director. “Muchos pintores actualmente expuestos han tenido vínculos con Viña del Mar, lo que les otorga un arraigo patrimonial importante. Estos artistas, algunos de los cuales han nacido en Villa Alemana o Quilpué, han estudiado la escuela de Bellas Artes de Viña del Mar y consideran a la ciudad como un elemento crucial para exhibir su trabajo, especialmente desde que la sala Viña asumió un rol relevante a partir de 1985”.
Esta exposición es un testimonio vivo del legado cultural de la Corporación Cultural de Viña del Mar y un recordatorio de su continua misión de enriquecer la vida de la comunidad a través del arte, la cultura y el patrimonio. Al abrir sus puertas al público el jueves 9 de mayo, la Exposición “Colección Pictórica de la Corporación Cultural de Viña del Mar” no solo ofrece un espacio de contemplación estética, sino que también representa un compromiso renovado con la difusión y promoción de las artes visuales.