Dr. Roberto Rojas Académico Instituto de Ciencias Naturales UDLA, Sede Viña del Mar
Chile posee una geografía diversa, albergando una variedad de especies adaptadas a las diferentes condiciones ambientales. Ejemplares emblemáticos son los pingüinos, especialmente habituados a la vida en el mar y en el hielo, como los Humboldt presentes en la Región de Coquimbo, los magallánicos y Rey ubicados principalmente en la zona patagónica y antártica.
La observación de pingüinos en zonas como la Isla Damas en Coquimbo, Isla Grande de Chiloé, Isla Magdalena a las afueras de Punta Arenas o Porvenir, ofrecen a los visitantes la oportunidad de mirar y aprender sobre la vida de estas aves en su hábitat natural, contribuyendo a la conservación de estas especies y promoviendo la conciencia ambiental.
Aparte del atractivo turístico que representan, en las distintas zonas donde habitan cumplen un rol trascendental en el ecosistema, aportando nutrientes como nitrógeno y fósforo que enriquecen el suelo y actúan como fertilizantes naturales. También regulan la diversidad y volumen de especies en entornos sensibles como la zona magallánica.
En esta área geográfica, los pingüinos presentan múltiples adaptaciones para los climas fríos, como un plumaje denso y resistente al agua, formando una barrera para las bajas temperaturas del mar antártico y viento patagónico. Sus plumas además cuentan un recubrimiento aceitoso que actúa como aislante térmico. En su interior cuentan con péptidos y/o proteínas adaptadas para inhibir la formación de hielo.
Si bien el cuidado y protección de las distintas especies presentes en el país y la preservación de sus hábitats está liderado tanto por el Ministerio del Medio Ambiente, como por el Servicio Agrícola y Ganadero, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y el Instituto Antártico Chileno, como ciudadanos también tenemos el deber de entender y valorar a estas nobles especies por su aporte al ecosistema marino.