El objetivo de la actividad fue medir el contenido y los niveles de yodo en la población, especialmente en las madres en proceso de gestación o lactancia.
Evitar el Cretinismo en recién nacidos y otras complicaciones derivadas de la falta o exceso de yodo en madres y población en general, fue el norte de una capacitación realizada por la carrera de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar, a los integrantes de los equipos de salud del Centro de Salud Familiar (Cesfam) de La Calera, en la Región de Valparaíso.
Una actividad que fue encabezada por el doctor Rodrigo Moreno Reyes, quien entregó detalles de la vigilancia y estado nutricional del yodo, la importancia de monitorearlo, cuándo comenzó la fortificación y qué mecanismos existen para medirlo.
Todo en el contexto del Proyecto Núcleo a cargo de la entidad académica, dependiente de la Facultad de Ciencias de la Vida.
Una jornada clave para el trabajo de los profesionales y técnicos del área, los que diariamente se ven enfrentados a este tipo de situaciones, a través de los controles a la población, especialmente a las mujeres embarazadas, con el fin de evitar enfermedades como el Cretinismo en recién nacidos, derivada de la falta de este elemento en la leche materna.
Para eso se requiere de una vigilancia nutricional, según detalló Janet Cossio, académica e investigadora de la carrera de Nutrición y Dietética, quien sostuvo que lo relevante es tener certeza sobre los niveles existentes, para atender de mejor forma a quienes tienen problemas con el yodo.
La jornada de “vigilancia del estado nutricional del yodo” tuvo una positiva respuesta en quienes trabajan en la salud primaria, ya que son ellos quienes deben medir, seguir y rastrear las condiciones nutricionales de las madres durante los periodos de gestación y lactancia.