· Académico de la PUCV afirmó que la tradición tuvo su origen en ritos desarrollados en los conventos medievales.
En los próximos días se celebrará la Noche Buena y Navidad en todo el mundo, mientras tanto se vive el tiempo de Adviento como una preparación espiritual simbólica antes del nacimiento de Jesús. El concepto ha tomado un giro comercial graficado en los calendarios temáticos de adviento que diferentes empresas lanzan a la venta para que los consumidores abran un regalo cada día de diciembre, pero lo cierto es que su origen está ligado a la cuaresma de la Semana Santa.
El académico del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Paulo Donoso, explicó que “Adviento es una palabra que viene del latín ‘adventus’ que significa ‘venida’. El concepto era entendido entre los primeros cristianos como ‘adventus redemptoris’ por la ‘venida del Redentor’”.
El historiador indicó que la idea surgió en los conventos medievales donde las personas ayunaban para esperar la fecha.
“La Iglesia creó una idea de tiempo de reflexión muy parecida a la Cuaresma, que es mucho más antigua porque la Pascua ya existía. Esa Cuaresma se replica como una tradición en el mundo de los conventos medievales durante las cuatro semanas previas a la Navidad con ayunos y ritos reflexivos que con el tiempo fueron tomando forma y significado sobre preparar el alma para el nacimiento de Cristo”, comentó Donoso.
No hay registro del periodo exacto en que comenzó a conmemorarse el tiempo de Adviento, cuyos rituales fueron evolucionando año tras año a partir de los concilios ecuménicos.
“No existe una fecha histórica en que se haya definido la época de Adviento, sino que es un proceso de muchos años que se va dando en las etapas de los concilios (juntas eclesiásticas para discutir los dogmas) que buscaban darle sentido a la Navidad, allí es donde los pontífices designaron una fecha canónica para el nacimiento de Cristo”, explicó.
El académico de la PUCV sostuvo que armar el árbol de Navidad con anticipación y encender velas, como símbolo de ofrendas, también nacen a partir de conmemorar previamente la llegada de Jesús.
“El árbol de Navidad es una tradición de la antigua Roma que se sumó a la práctica de la iglesia protestante alemana del siglo XIX en que los niños del norte de Europa encendían velas cada semana junto a sus familias otorgándoles un significado, de esa manera el resto de la sociedad europea incorporó estas tradiciones que se convierten en ritos familiares durante la época de Adviento”, finalizó el académico.