· El fenómeno se produce debido al impacto de partículas altamente energizadas sobre la tierra.
A través de redes sociales se ha popularizado el concepto de tormenta solar, el cual, según se indica, podría llegar a dejar sin internet a gran parte de la población mundial. Pero ¿qué hay de cierto en esta afirmación?
El profesor Rodrigo Carvajal, jefe de la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, aclaró esta y otras interrogantes en torno a las tormentas solares. “En la práctica, como parte de la población, no hay mucho que hacer frente a un evento como este. Simplemente, ante alguna eventualidad, queda respaldar archivos y documentos que sean de importancia y que requieran acceso en el corto plazo. En caso de ocurrir algún tipo de interrupción, todo lo que está en la nube debiera estar disponible una vez que se restablezcan las comunicaciones”, detalló el académico de la PUCV.
Carvajal definió el fenómeno de la tormenta solar como “el producto de una gran cantidad de partículas, altamente energizadas, impactando la Tierra. Estas partículas modifican temporalmente el campo magnético y pueden llegar a impactar a algún equipo electrónico, principalmente los que se encuentran en el espacio”.
El académico de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la PUCV detalló que existen dos formas en que una tormenta solar afecte a los usuarios de internet. “La primera es a partir de partículas cargadas que impacten físicamente a los dispositivos electrónicos, imposibilitándolos de realizar la función para la que han sido diseñados. La segunda es a partir de la radiación que se genera por la tormenta solar, la que es percibida por los sistemas de comunicaciones como ruido. Si hay mucho ruido, la señal que se trafica deja de ser inteligible para el propio sistema de comunicaciones y se pierde la conexión”, dijo Carvajal.
Además, el fenómeno puede afectar a la energía de los sistemas de comunicaciones. “El movimiento de las partículas cargadas genera un campo magnético que induce corrientes sobre cables que sean particularmente largos; de muchos kilómetros. Como los sistemas no han sido diseñados para soportar esta corriente inducida, los mismos pueden fallar, pudiéndose generar interrupciones eléctricas. Esto no sólo perjudica a la ciudadanía en general, sino que también a las redes que portan internet. Lo mismo le puede suceder a las repetidoras que se encuentran bajo los océanos y que dan conexión intercontinental”, dijo el académico.
Pese a lo catastrófico que suena el avance de una tormenta solar sobre la tierra, el profesor Rodrigo Carvajal añadió que “lo que sucede es una limitación de acceso, ya sea a algunos servicios o a la red en sí. Sin embargo, las empresas cuentan con respaldos que permiten, aunque de forma limitada en muchos casos, mantener o restaurar en un corto plazo las comunicaciones”.
Por último, el docente de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso añadió que “en general, si hay interrupciones en las comunicaciones, es más probable que sean por breves periodos de tiempo”.