· El concepto de la festividad se conoce en el país desde los años 50.
· Los romanos y la comunidad celta rendían tributo y se conectaban con sus antepasados con disfraces temáticos y máscaras alusivas que vestían para el día de la llegada de los espíritus.
Este martes 31 de octubre es la noche de Halloween, la festividad se remonta a las antiguas civilizaciones, particularmente a la antigua Roma y el mundo celta en el hemisferio norte.
El historiador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Paulo Donoso, explicó que en ambas culturas europeas las ceremonias simbólicas para entrar en contacto con el inframundo o el mundo de los muertos era parte de su cotidianidad.
“Los romanos les daban un valor muy grande a sus antepasados, eran divinizados y se conectaban con ellos a través de una piedra que unía a los dos mundos durante un ritual donde generaban esta conexión para que los espíritus salieran de noche y recorrieran las ciudades”, explicó el académico del Instituto de Historia.
En ese contexto es que los romanos los honraban vistiendo atuendos especiales. “Hace 2.500 años ellos les rendían tributo usando trajes alusivos con máscaras distintivas y elementos propios”, sostuvo Donoso. “Aquella ceremonia se realizaba en un día particular que coincidía en estas fechas”, agregó el historiador.
En paralelo, la comunidad celta instauraba sus propios homenajes a seres admirados que, según la comunidad, se encontraban en otra dimensión, esto era invalidado por los grupos cristianos que se oponían a estas costumbres y así dieron espacio a la fiesta de Todos los Santos.
La palabra Halloween procede de la expresión “All Hallow Eve” (víspera de Todos los Santos), la cual en Chile se celebra hace relativamente poco tiempo. “La festividad tiene más de 2.500 años de antigüedad y llegó al país recién en el Siglo XX marcada por las costumbres estadounidenses en torno a un valor comercial que genera ingresos económicos en el mercado. Este concepto se empieza a conocer a mitad de los años 50 en contexto del “boom” de las relaciones entre EE.UU y Chile”, finalizó el historiador.