Susana Mayer, directora de Carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente UDLA Sede Viña del Mar.
Desde el 2012 se conmemora el Día Mundial del Ahorro de Energía, instituido durante el Foro Energético Mundial celebrado en Dubai. El propósito fundamental de esta iniciativa es subrayar la estrecha relación entre el uso de la energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Actualmente, nos encontramos en una fase en la que numerosos países están comprometidos con la Agenda 2030 encaminada hacia la descarbonización. El objetivo es generar conciencia acerca de la utilización inadecuada de la energía, ya que esta práctica está generando graves problemas ambientales a nivel global.
Ante ello, nos planteamos preguntas fundamentales como: ¿Qué medidas podemos adoptar para reducir nuestro consumo energético? ¿Vale la pena limitar ciertos hábitos derrochadores de energía? Todas estas interrogantes son válidas, pero la respuesta apunta hacia una meta clara: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que están teniendo impactos negativos significativos en nuestro planeta. Debemos ser conscientes de lo que cada uno de nosotros consume, no solo en este día, sino de manera continua.
La industria representa un sector que más consume energía, razón por la cual se ha impulsado el cálculo de la huella de carbono en las empresas. Se espera que año tras año, estas disminuyan este indicador hasta alcanzar niveles mínimos.
El cálculo de nuestro propio gasto energético es más complejo, lo que refuerza la importancia de esta jornada. En este contexto, existen diversas acciones que podemos destacar, como el uso de ampolletas eficientes, la reducción del uso de iluminación en áreas desocupadas, el desenchufado de dispositivos en desuso y la utilización de luz natural para iluminar. También, podemos considerar el reemplazo de dispositivos de alto consumo y dar prioridad al transporte público o al uso compartido de vehículos en nuestras actividades de transporte. Es relevante destacar que se pueden lograr cambios al utilizar materiales reciclados y tecnologías más eficientes. En nuestras viviendas, la consideración de conceptos de aislamiento contribuye a generar ahorros energéticos significativos.
Es fundamental comprender que al ahorrar energía se reducen recursos empleados en su producción y costos de un consumo insensato, promoviendo así una vida más sustentable en favor del planeta.