Desde 1 al 7 de agosto de cada año, se conmemora la “Declaración de Innocenti Sobre la Protección, Promoción y Apoyo de la Lactancia Materna”, que desde 1990 tiene por objetivo crear en todo el mundo un entorno que permitiera a las mujeres amamantar a sus hijos o hijas de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y continuar la lactancia materna por dos años o más.
Dentro de las causas o factores que determinan la duración de la lactancia antes de sexto mes, encontramos la percepción de la madre al referir que el lactante queda con hambre, problemas de mama-pezón y situación laboral de la madre. Basado en el último punto, es que este año la semana mundial de la lactancia materna tiene por temática central “Facilitar la Lactancia Materna: marcando la diferencia para las madres y padres que trabajan” buscando el compromiso de gobiernos, sistemas de salud, empresas públicas y privadas y comunidades para que tomen un rol activo en el empoderamiento de las familias y en el mantenimiento de entornos favorables a la lactancia materna en la vida laboral.
En Chile, se cuenta con derechos laborales que protegen la maternidad y lactancia materna que han ido progresando con los años, los cuales son el descanso y subsidio por permisos prenatal, postnatal y postnatal parental; fuero maternal (desde el inicio del embarazo hasta un año después de que terminó el descanso postnatal); Permiso por enfermedad grave de un hijo o hija menor de un año; Derecho para alimentar al hijo o hija menor de dos años; Descanso y subsidios por permiso postnatales para padres adoptivos. Es fundamental la revisión continua, difusión y protección de estos aspectos legislativos, para así favorecer el aumento en la prevalencia de lactancia materna, especialmente la exclusiva al sexto mes de vida.
Según la Organización Mundial de la Salud “Amamantar a todos los bebés durante los dos primeros años salvaría la vida de más de 820.000 niños menores de 5 años anualmente”, cifra que nos demuestra la importancia de la mantención de la lactancia materna por el mayor tiempo posible.
Siempre es bueno recordar que amamantar es la fuente de nutrición más optima, otorga protección inmunológica, fomenta el desarrollo cognitivo, favorece la involución uterina más rápida, facilita la recuperación del peso pregestacional, disminuye la probabilidad de depresión post parto, reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mamas y ovarios, Diabetes Mellitus, Hipertensión, Dislipidemias y fortalece el apego entre otros. A raíz de esto es fundamental que los profesionales de salud nos mantengamos actualizados y empoderados en nuestro rol de promoción, protección y fomento de lactancia materna.
Macarena Valladolid, académica Enfermería UST
Alejandra Ulloa, directora carrera Nutrición UST
Víctor Araya, académico Nutrición UST