Experto de la USM, indica que el manejo adecuado de cilindros GLP es esencial en la prevención de accidentes
Hace pocos días las noticias dieron a conocer una explosión que dejó a varias personas heridas y daños en diversas propiedades del sector Cerro 18 de Lo Barnechea. La causa principal, sería la explosión por fuga de gas licuado de petróleo (GLP) de algunos cilindros de los domicilios afectados.
Según Víctor Lizama, docente de la Universidad Técnica Federico Santa María “El GLP es un combustible altamente inflamable que las personas pueden adquirir en formato de cilindro de diferentes tamaños, siendo utilizado principalmente para cocinar, calentar agua mediante un calefón y como medio de calefacción a través de estufas. Este gas es líquido dentro del cilindro y, una vez fuera de él, pasa a estado gaseoso, que es precisamente como se combustiona o quema”
El adecuado manejo y almacenamiento de estos cilindros es esencial para prevenir accidentes que puedan generar riesgos vitales y estructurales. “Es por ello que las personas deben evitar malas prácticas ya instauradas en nuestra cultura, como voltear el cilindro cuando queda poca cantidad de gas, para sacar mayor rendimiento”, afirma el experto en prevención de riesgos.
Cuidados
Según el docente de la USM, los cilindros están diseñados específicamente para almacenar gas comprimido a alta presión, por lo que no deben ser volteados, ya que esto podría dañar su regulador y provocar fugas de GLP hacia el exterior. “Es importante tener en cuenta que el gas es más pesado que el aire, por lo que, en caso de una fuga, puede acumularse en zonas de baja altura y formar un compuesto explosivo si se mezcla con el aire y se expone a una fuente de ignición. Por lo tanto, es fundamental manipular los cilindros con cuidado y siempre seguir las normas de seguridad establecidas”.
A su vez, si hay una explosión y existiese otro cilindro cerca, puede provocar que este también explote, generando una reacción en cadena, tal como sucedió en Lo Barnechea, donde se vieron involucrados varios cilindros de éste gas.
“La consecuencia final de una explosión es la liberación de una gran cantidad de energía, lo que impacta directamente en la integridad física de las personas y en daños estructurales e incendios de las viviendas afectadas.
Este tipo de incidentes es más frecuente en épocas frías como las actuales, en que su demanda es mayor al ser una fuente directa de calefacción. Para prevenir estos riesgos, es importante que las personas almacenen los cilindros en lugares ventilados, de esta manera se evitará no concentrar el gas en caso de fugas, y manipular los cilindros de GLP adecuadamente”, finalizó el experto.