La iniciativa impulsada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) buscó determinar la necesidad y oferta de agua para riego en la costa de la región de Valparaíso que permitiría la obtención sustentable del recurso por parte de los socios de la Cooperativa Agrícola Santa Victoria de Longotoma.
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA La Cruz), con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, presentaron los resultados del “Estudio hidrológico y prospección de calidad de agua para riego en la costa de la región de Valparaíso para el desarrollo futuro de un sistema agrícola intensivo empleando agua desalinizada”, como alternativa de mitigación de los efectos del cambio climático para los miembros de la Cooperativa Agrícola Santa Victoria de Longotoma, donde se entregaron los resultados.
En la actividad también se dio a conocer la metodología utilizada y recomendaciones, a partir del estudio hidrogeológico, cuyo propósito fue recabar información sobre la factibilidad de disponer de nuevas fuentes alternativas de agua para riego en zonas del secano costero de la Región de Valparaíso. A raíz de ello, se propuso instalar un punto de captación de aguas subterráneas para satisfacer las necesidades de la cooperativa.
En esta línea, el Representante Regional de FIA en la región de Valparaíso, Andrés Gálmez, destacó que “estamos orgullosos de haber apoyado este estudio ya que la información que se ha entregado significa que, eventualmente, los miembros de la cooperativa podrán utilizar el agua de baja salinidad y facilitar el desarrollo de sus cultivos agrícolas. Además, lo importante del estudio hidrogeológico es que nos permite saber a qué profundidad corren los pozos y a qué distancia desde la costa. Pero, eso hay que estudiarlo primero, ya que a veces, pensar en una planta de desalinización puede ser una solución, pero primero es necesario recabar información para determinar si se justifica. Creo que es fundamental realizar ese tipo de estudio en zonas agrícolas costeras, ya que es información aplicada a este sector y fundamental para la toma de decisiones”.
Por otra parte, la Seremi de Agricultura, Yolanda Cisternas, señaló que “es un análisis que se necesitaba hace mucho tiempo, de conocer cómo estaba la calidad de agua de los pozos de los regantes. Tener esta información nos da certeza para poder avanzar y definir dónde y que acciones realizar. Toda vez que el Estado se hace cargo de una problemática, comenzando con estudios, nos ayuda para poder prospectar en qué manera podemos más adelante hacer inversiones e ir avanzando en cómo obtenemos nuevas fuentes de agua y estos datos nos ayudan ya que estamos ante un panorama que no es favorable porque las precipitaciones han disminuido en este territorio”.
El director de INIA La Cruz, Jorge Morales, enfatizó que “el resultado de este estudio definió que los agricultores de esta cooperativa cuentan con agua subterránea suficiente para desarrollar sus cultivos, es de buena calidad y se encuentra a casi 100 metros de profundidad y se tiene que usar tecnología adecuada para poder sacarla. La investigación cumple con nuestros objetivos a nivel nacional, es decir que llegue la información a los agricultores. Por este motivo, los resultados estarán disponibles en la biblioteca del INIA”.
Estudio hidrogeológico
En el caso específico de esta iniciativa se realizó un estudio hidrogeológico del acuífero que abastece a la Cooperativa Agrícola Santa Victoria, afectada por la sequía y salinización en los últimos años, a fin de determinar las características fisicoquímica del agua de riego, prospectar sus niveles y calidad, para definir en conjunto con los agricultores, estrategias factibles de implementar para mitigar los efectos del déficit hídrico en su localidad y mantener sus sistemas productivos.
El coordinador del proyecto, Carlos Zúñiga, explicó que disponer de este estudio es muy necesario ya que “en base a la geología se pudoe determinar el movimiento del agua subterránea, la capacidad de recuperación del acuífero, las zonas de interacción entre el agua continental y el agua de mar, así como zonas que permitan una mejor explotación del recurso hídrico”.
“En este territorio no existían estudios hidrogeológicos, por lo que se realizó un análisis fisicoquímico de las muestras de agua que contempló medición de pH, conductividad eléctrica y temperatura, entre otras mediciones. A partir de la información recopilada y generada en el marco de este estudio, se propuso instalar un punto de captación de aguas subterráneas que pueda satisfacer las necesidades de riego de la Cooperativa”, añadió Zúñiga.
Dentro de los criterios utilizados para la definición de la captación, se consideró la disponibilidad del recurso dando prioridad a los caudales subterráneos. Además, su calidad hidroquímica debido a que la salinidad es un factor primordial ante para decidir de dónde captar el agua.
Finalmente, como recomendación se sugirió considerar las tecnologías, los recursos disponibles para la construcción del punto de captación, la composición y características de los materiales circundantes a este. También, “considerar la construcción del punto de captación lo más alejado posible de las fuentes de agua hipersalinas, es decir, de las lagunas circundantes al área de cultivo, ubicadas en el lecho del río Petorca”, cerró el coordinador del proyecto.