Psicóloga Clínica, Yanira Madariaga, académica carrera de Obstetricia UNAB Sede Viña del Mar.
El 7 de octubre del 2021 el Diario Oficial publicó la Ley 21.372 que asegura un acompañamiento digno de niñas, niños, adolescentes y personas gestante en atenciones de salud. Este año 2022 fue publicada la norma técnica y administrativa que tienen como objetivo un cambio de paradigma en torno a los cuidados y acompañamiento “donde el niño, niña, adolescente, mujer o persona gestante y su familia sean el centro del cuidado y se les incluya en el proceso de atención, es decir, entregar información respecto al estado de salud, alternativas terapéuticas, efectos deseados y adversos, para que la toma de decisiones sea compartida entre usuario/usuaria, su familia y el equipo de salud, a través del intercambio de información respecto a la evidencia y sus preferencias, para determinar cuál es la mejor opción para su salud” (Minsal 2022)
Conocida como Ley Mila se preocupa del impacto del acompañamiento durante el proceso de parto y su efecto en la salud mental familiar van en directa relación.
El parto es un evento no solo fisiológico, si no que neurohormonal y emocional de gran impacto para la mujer o persona que está pariendo, su grupo familiar y personas significativas, así como para la o el recién nacido. En este sentido, es fundamental que los equipos de salud aseguren la participación de un acompañante significativo o de su elección, con el fin de brindar contención, disminuir la ansiedad y el temor, de la persona en proceso de parto.
Diferentes estudios apoyan la necesidad del acompañamiento continuo durante el parto, estando documentados los efectos positivos sobre el propio desarrollo del parto, la experiencia de la madre y la salud general.
Las organizaciones internacionales como nacionales recomiendan el acompañamiento de la mujer durante el trabajo de parto y el parto por la persona de su elección, estando empíricamente demostrado que este tipo de apoyo continuo durante este proceso facilita así mismo la comunicación de la mujer con los equipos de salud, y proporciona una experiencia más positiva y de empoderamiento a las mujeres y sus parejas. (OMS, 2011, 2018, 2020).
La mujer o persona gestante tiene el derecho a decidir si desea ser acompañada durante su embarazo, trabajo de parto o puerperio. En el contexto de los cuidados durante el parto para una experiencia positiva, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera entre sus principales recomendaciones la provisión de apoyo emocional de un acompañante a elección de la mujer o persona gestante, como un pilar fundamental.
La presencia de compañía y apoyo significativo, para una persona que está en trabajo de parto, se considera como un elemento facilitador del parto “humanizado, respetado o personalizado” y a su vez un elemento correlacionado positivamente con su satisfacción en cuanto a la experiencia vivida (Gibbins J, Thomson AM 2001, OMS 2018).