Titulada de Ingeniería en Fabricación y Diseño Industrial, diseñó y fabricó un taladro quirúrgico para facilitar la realización de intervenciones veterinarias.
Un nuevo producto para ser utilizado en el ámbito de la medicina veterinaria fue patentado en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial INAPI por parte de la Universidad Técnica Federico Santa María, cuya autoría corresponde a la titulada de la carrera de Ingeniería en Fabricación y Diseño Industrial, Jeniffer Escobar en colaboración con el profesor del Departamento de Diseño y Manufactura, Augusto Vargas.
El producto lleva por nombre “cabezal quirúrgico desarmable para su esterilización y adecuada limpieza para ser adaptado a un taladro”, cuyo diseño y fabricación fue desarrollado por la estudiante en el marco de su trabajo de tesis, y donde cumplió con los requisitos de novedad, utilidad y aplicación industrial, para ser aceptado por la INAPI.
“Mi idea principal era hacer prótesis para animales, fui un par de veces al quirófano de cirugía veterinaria, realicé un estudio y análisis de todo lo que pasaba ahí y me di cuenta que el principal problema era el uso del taladro, que es muy utilizado en cirugías neurológicas de todo tipo de mascotas, es la herramienta principal. La pedí prestada, la revisé e hice algunas pruebas y me di cuenta que tenía problemas serios de esterilización, al abrirlo estaba lleno de sangre y otras secreciones, porque este taladro no está hecho para usos quirúrgicos”, explicó Escobar.
En esta misma línea señaló que “me propuse hacer una versión mejorada, más fácil de esterilizar y más fácil de limpiar la parte del cabezal que es la parte que ellos más ocupan, y la idea es que esto sea un sistema universal. Bajo esa premisa, lo que yo hice fue una solución muy básica, que consiste en que, en la punta del cabezal hice un sistema hermético por el cual no pueda entrar ni salir ningún fluido, y por fuera la punta está hecha de acero quirúrgico en reemplazo del aluminio que usualmente se utiliza. El sistema hermético se ancla por medio de un tornillo y la punta queda esterilizada”.
Proyección internacional
Dado lo innovador del producto, la entonces estudiante junto al profesor, viajaron en 2019 a un seminario internacional de diseño en San Petersburgo, Rusia, donde, presentaron un poster alusivo al diseño y fabricación del taladro quirúrgico, el que tuvo gran acogida y generó gran interés.
“Fue un proceso lento, pero finalmente logré patentarlo, lo que significa que nadie lo puede copiar. Actualmente me encuentro postulando a diversos fondos para lograr obtener fondos y poder fabricar y dedicarme a emprender con esto, pese a que aún no he obtenido los fondos, la idea es que más adelante pueda crear más tecnología al respecto, poder venderla, etc. Agradezco al profesor Augusto Vargas quien acompañó todo el proceso, gracias a su visión pude ir más allá de una tesis convencional, él vio el tremendo potencial que tenía mi producto para poder patentarlo que es algo súper importante que uno no le ve el peso hasta que no lo tiene”, sostuvo Jeniffer.