En el marco del Día Internacional del Libro, desde Fundación Luz destacan la importancia de este mecanismo de lectura para el aprendizaje y el desarrollo profesional de las personas ciegas o baja visión.
Las personas ciegas o baja visión tienen en la lectura uno de sus principales aliados para derribar barreras y lograr acceder a la cultura y la educación. Por ello, en el contexto del Día Internacional del Libro, que se celebra este 23 de abril, desde Fundación Luz, entidad líder en rehabilitación y educación de personas con discapacidad visual, destacan la importancia del acceso a los audiolibros como una herramienta esencial para la inclusión y el desarrollo profesional.
“Los audiolibros les entregan a las personas con discapacidad visual cultura, entretención, aprendizaje y por sobre todo compañía. En general, son personas muy solas y la lectura los entretiene, educa y acompaña”, explica Adriana del Real, coordinadora de la biblioteca de audiolibros de Fundación Luz.
Luego de que en mayo del año pasado el programa de la biblioteca de audiolibros de la Corporación para Ciegos fuera traspasado a Fundación Luz, su continuidad ha permitido que hoy exista una colección de 3.853 títulos en formato MP3, con temáticas como cuentos, novelas históricas y de romance, poesía, salud, entre otros tipos de literatura que se envían a los usuarios de manera digital a través de Wetransfer o Dropbox.
Parte de esa colección es la que ha utilizado Catalina Velarde, doctora en filosofía clásica y docente del instituto profesional Duoc, quien es ciega. La profesional cuenta que comenzó con los audiolibros cuando tenía 13 años. “No había otra manera de leer, en ese tiempo se utilizaba el cassette, pero era muy complejo porque se rompían. Existía una gran cantidad de problemas para hacer accesible todo lo que estaba impreso para una persona ciega y las únicas opciones era el braille o los audiolibros, los que me sirvieron mucho en la universidad”.
En esa misma línea, agrega que “los audiolibros fueron una excelente solución, pues permitieron que me desarrollara profesional y culturalmente, considerando que los libros en braille eran escasos, muy grandes y poco prácticos. Entonces, si en la universidad me daban a leer 50 páginas, las fotocopiaba y las llevaba al centro de grabación y ellos me las grababan. Esta era la única forma de poder estudiar”.
En tanto, Alicia Albornoz, directora social de Fundación Luz, hizo un llamado para que exista una política permanente en las bibliotecas para incorporar audiolibros para las personas con discapacidad visual. “Para ser inclusivos, tenemos que hacer partícipes a las personas con discapacidad, incorporando sus derechos en todas las instancias de la sociedad. Tal como lo indica la ONU y los tratados internacionales, debemos garantizar sus derechos y por ende asegurarle el acceso a la cultura, a la recreación, al conocimiento y esto, en gran parte, lo entregan los libros. Por lo mismo, hacemos un llamado a todas las bibliotecas, ya sean de establecimientos educacionales, universidades, municipalidades, entre otros, a implementar políticas de inclusión, teniendo como opción la incorporación de audiolibros en sus estantes físicos y digitales, para que las personas ciegas o con baja visión puedan acceder a la lectura y continuar de forma más equitativa sus estudios. No hay que olvidar que la lectura es la ventana al conocimiento y la invitación es a explorar la imaginación”.
Para acceder a la biblioteca de audiolibros de Fundación Luz las personas deben inscribirse como usuarios de la fundación, con certificado médico o credencial de discapacidad y sus datos personales. La inscripción es completamente gratuita, al igual que todas las actividades y talleres que realiza Fundación Luz. Para más información escribir a [email protected].