Llegaron las ansiadas vacaciones, las que sin dudas serán distintas este año, ya que muchos no podremos salir de casa dada la contingencia sanitaria, contexto que hace necesario organizar rutinas y actividades que permitan a nuestros hijos desconectarse de un año complejo y exigido, tanto en lo académico como en lo personal.
Durante el verano es bueno seguir cumpliendo con las rutinas domésticas, pues les proporcionan a los niños seguridad y predictibilidad de lo que se espera de ellos. Estar en casa no debe ser sinónimo de aburrimiento sino más bien, un tiempo valioso para concretar proyectos pendientes o hacer actividades que durante el año escolar están más limitadas.
Siguiendo esta línea, se pueden organizar diversas acciones para pasar el rato de manera entretenida, algunas ideas son pasar tardes armando rompecabezas, jugando juegos de mesa, pintando mandalas o dibujando. Asimismo, ver una serie o película en familia puede ser una buena instancia para reforzar valores.
A los más pequeños, se les puede dejar disfrazarse y montar una obra de teatro improvisada, elegir el menú del día y ayudar en su preparación, y si cuentan con un jardín, construir un pequeño huerto donde todos colaboren y se ocupen del cuidado y riego de las plantas.
Es importante implementar un cronograma para las actividades domésticas donde cada niño tenga la oportunidad de colaborar con alguna de ellas, por ejemplo, secar loza, barrer, regar el jardín, pasear a la mascota, etc. Pero, también es necesario otorgarles un “día de ocio” para que puedan tener la libertad de realizar lo a ellos más les guste.
Paula Fuentes
Directora de Carrera Pedagogía en Educación Básica
Universidad de Las Américas