La reforma pone el foco en la prevención, amplía la tipificación de discriminación y establece la posibilidad de reparación para las víctimas.
El lunes 14 de diciembre, la Comisión de Derechos Humanosdel Senado envió a sala el proyecto de ley que modifica y fortalece la ley N° 20.609, que establece medidas contra la discriminación.
La revisión y discusión del proyecto ha durado cerca de 7 meses durante los cuales se han impulsado modificaciones sustantivas a la ley, partiendo por su objetivo, que se amplía a “erradicar, prevenir, sancionar y reparar toda discriminación”.
Al respecto Alessia Injoque, presidenta ejecutiva de Fundación Iguales señala que “no basta con responder ante la discriminación, con reaccionar ante el daño, el deber del Estado es prevenirlo y garantizar un entorno en que todas las personas podamos desarrollar nuestros proyectos de vida”.
En línea con este compromiso se establecen diferentes formas de discriminación, tales como: la indirecta, múltiple o agravada y la estructural. Esta modificación implica que las políticas y acciones que no contengan medidas arbitrarias podrán ser consideradas discriminatorias si su aplicación genera desventajas para algunos grupos humanos, así como se tendrá en cuenta el efecto histórico de la discriminación sobre los grupos vulnerables. Para poder dar respuesta a estas formas de discriminación el proyecto establece la legitimación activa para que organizaciones de la sociedad civil puedan presentar demandas en casos de interés múltiple o difuso y define que las medidas de acción afirmativa no constituyen discriminación.
Adicionalmente, se aumenta la multa máxima de 50 a 500 UTM y se establece la posibilidad de solicitar medidas de reparación para las víctimas, las que pueden incluir indemnizaciones económicas proporcionales al daño y medidas no económicas como disculpas públicas, capacitación a personal o elaboración de protocolos contra la discriminación, por ejemplo.
Al respecto, María José Escudero, Directora Ejecutiva de Fundación Ronda, señaló que “son cambios de gran importancia que nos impulsan a un cambio cultural, hacia la valoración de las diferencias y la real inclusión. Hablan de un crecimiento, de elevar nuestra conciencia con respecto a cómo enfrentar la discriminación, algo que no es problema de sólo algunos, sino que nos afecta a todos como sociedad”.
Ante estos importantes cambios y la oportunidad que representan, Fundación Ronda junto a Fundación Iguales y la Red de Organizaciones para la reforma a la Ley Antidiscriminación 20.609, reconocen el avance sustantivo que representa este proyecto para los grupos con barreras de acceso y hacen un llamado a ponerlo en tabla.