Mario Marcel presentó en Santo Tomás Viña del Mar el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a diciembre, ocasión en la que señaló que los efectos de la pandemia y la crisis social todavía son factores muy importantes que pueden afectar la recuperación y que aún es pronto para utilizar el concepto “crecimiento”.
Mario Marcel, presidente del Banco Central de Chile, fue invitado por el Área Administración de IP-CFT Santo Tomás Viña del Mar para presentar el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a diciembre, ocasión en la que señaló que, si bien lo más duro de la crisis económica ya pasó, aún es temprano para hablar de recuperación y que las proyecciones siguen dependiendo de lo que ocurra con la evolución de la pandemia de Covid-19.
“La economía chilena ha seguido recuperándose gracias a la gradual apertura en contexto de pandemia. Desde junio la economía ha recuperado casi la mitad de lo perdido en los meses previos, que fue una caída del 16%. Nos hemos recuperado, pero aún falta la mitad más difícil porque hay ciertas actividades más afectadas, como los servicios, la construcción y el transporte”, señaló.
Respecto a la influencia de la pandemia, dijo que “esperamos que la economía crezca entre 5,5 y 6,5% en el 2021, pero esto presupone que se avanza en la vacunación de la población. Una vacunación universal mejoraría mucho más el panorama, pero habrá riesgos de rebrotes que harían retroceder a las comunas en su plan de apertura”, como sucedió en la Región Metropolitana hace pocos días.
BAJO CRECIMIENTO EN 2020
En efecto, Mario Marcel señala que el crecimiento de 2020 será menor al que se había proyectado en el IPoM de septiembre: “vamos a tener una caída de actividad al cierre del año entre 6,25 % y 5,75%. Es una caída mayor a la que preveíamos porque se ha constatado que el retiro de las restricciones sanitarias ha sido más lento y el rezago de los sectores más afectados ha sido mayor. En el 2021, en cambio, se proyecta un rango de crecimiento entre 5,5 y 6,5%, que es una cifra alta, pero no lo es tanto cuando se combina con la caída del año anterior. Esto es más recuperación que crecimiento, pero es importante y positivo. Esta proyección para 2021 es mayor que lo proyectado en septiembre, porque tenemos la posibilidad de vacuna, la base de comparación es más baja, tenemos efectos sobre el consumo y la actividad generada por el segundo retiro de los fondos de pensiones. Para 2022 esperamos un rango de crecimiento que corresponde a un crecimiento tendencial”.
En el balance de los dos últimos años, el presidente del Banco Central indicó que la economía nacional ha sufrido dos grandes golpes, la crisis social y la crisis sanitaria: “eso ha abierto una brecha respecto de donde podríamos haber estado. Si pensamos en la proyección que teníamos para 2020-2021 antes del estallido social, vemos que tenemos una brecha de 10% del Producto Interno Bruto, que es lo que representa toda la actividad minera de nuestro país. Dicho de otro modo, es como si hubiéramos perdido toda la minería por un periodo significativo. No es imposible recuperar esa brecha, pero requiere un esfuerzo sistemático a lo largo de los años”.
“La recuperación de la economía chilena sigue enfrentando importantes desafíos tanto por la evolución de la pandemia como por la situación política iniciada tras la crisis social de fines del 2019. Para hacer frente a este complejo panorama, el gobierno, las empresas, los hogares y las instituciones financieras han ido agotando las holguras acumuladas en años anteriores, lo que ha deteriorado su situación patrimonial y las vuelve más vulnerables frente a escenarios de tensión. Por lo tanto, una recuperación sostenida, balanceada e inclusiva, no se va a alcanzar de manera espontánea, porque la economía ha perdido flexibilidad y consistencia, entonces necesitamos una política económica proactiva, capaz de acompañar la recuperación por un buen tiempo. No hay camino fácil para enfrentar los desafíos que vienen y tampoco tenemos espacio para malas decisiones”, cerró.