El destacado deportista nacional y doble medallista olímpico fue el invitado en la segunda charla del ciclo de conversaciones “Relatos que Transforman”.
Escuchar a Nicolás Massú siempre deja algo. Porque transmite optimismo, garra y corazón. Y así quedó de manifiesto una vez más cuando el destacado deportista nacional, doble medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, conversó con alumnos de Santo Tomás en la segunda charla del ciclo de conversaciones “Relatos que Transforman”.
En una franca, distendida y a ratos emotiva conversación con el periodista Darío Cuesta, director nacional de la Escuela de Comunicaciones de Santo Tomás, el extenista y hoy coach del austriaco Dominic Thiem repasó aspectos desconocidos de su infancia, su carrera profesional y también se refirió al momento que vive Chile y el mundo producto de la propagación del Covid-19.
Respecto de esto último, Massú llamó a “trabajar la parte mental, la paciencia, tener calma y un gesto de respeto por el que está al lado. Juntos podemos salir de esto. Debido a mi carrera como tenista he tenido muchos momentos de soledad. Me acostumbré a los buenos pensamientos y a los malos. Hay días en que uno está con mucho ánimo, pero también se puede estar bajoneado. Y eso es normal. Son momentos complicados donde hay que tratar de ser fuertes”, indicó.
Consultado sobre el comienzo de su exitosa carrera profesional, el también capitán de Chile en Copa Davis reconoció que “empecé a jugar a los cinco años en Viña del Mar. En mi ciudad no tenía referentes en el tenis, así que perseguí un sueño donde era todo novedad. A los 11 años comencé a competir fuera del país. Tuve exigencias normales, sabía que tenía que rendir en el colegio también. Mi familia me dio a entender que la educación es muy importante para desarrollarme como persona. Así fue como empecé”.
Asimismo, Massú cree que un factor diferenciador en su trayectoria fue la disciplina y el poder mental, aspectos que desarrolló a base de sacrificio y dedicación. “La disciplina es todo. En el tenis muchos juegan, pero pocos llegan. Independientemente del talento, uno tiene que marcar una diferencia y yo siempre supe que la disciplina es fundamental. Si daba lo mejor de mí, independientemente de si ganaba o perdía, al final del día me quedaba tranquilo. Y eso se puede traspasar a los estudiantes. En cualquier trabajo la clave es dar siempre lo mejor”, enfatizó.
Por lo mismo, el “héroe olímpico” asegura que en este momento de complejidad por la emergencia sanitaria “el mensaje es tratar de tener paciencia. Sé que hay gente que ha perdido el trabajo, lo estudiantes no han podido hacer su vida normal. Pero no hay que pensar que es un año perdido. Hay que tener fuerza. Si luchas día a día tu familia se va a sentir orgullosa. Eso es lo más importante. Hay cosas que no se pueden manejar, pero hay algo que sí se puede manejar: da lo mejor de sí”, sentenció.
Es importante consignar que el ciclo de charlas online “Relatos que Transforman” es un espacio donde personalidades nacionales e internacionales de diferentes ámbitos comparten, a través de una distendida conversación, sus historias de vida y éxitos profesionales