En los años 80, la industria del cine nos entregó interesantes obras que reflejaban el genuino sentir humano de querer establecer contacto con seres extraterrestres como expresión a la curiosidad intrínseca del hombre, atendiendo la clásica pregunta: ¿estamos solos en el universo? Muchas de las películas de aquellos años consideraban el nuevo milenio como una época en que por fin la humanidad establecería ese contacto. Quién diría que en 2020 esa conexión sería entre nosotros, quienes redescubriríamos el valor de la cercanía, mediado por lo digital. Esta realidad se venía dando de manera paulatina, pero fue la llegada de la pandemia del covid-19, la que la expuso de manera abrupta y con vehemencia.
Pero ¿cómo responderán las telecomunicaciones post pandemia? Actualmente, la hiperconectividad se ha instalado en la sociedad a nivel mundial. Antes del 11 de marzo -día en que la OMS decretó pandemia por covid-19- si se percibía latencia en la red o si el internet del celular fallaba, la vida continuaba sin mayores problemas. Sin embargo, hoy con una buena parte de la población en cuarentena, realizando teletrabajo y estudiando online, pareciera que la vida dependiera de las telecomunicaciones.
El confinamiento nos ha puesto en un escenario complejo, no existe tolerancia a la ausencia de telecomunicaciones cuando personal clínico debe tomar una decisión que depende de datos que fluyen de varios puntos remotos. Tampoco cuando un docente está realizando una clase y sus alumnos no pueden ver ni escuchar lo que está enseñando.
La Informática y las Telecomunicaciones son desarrolladas como un importante soporte a todo el quehacer humano. No obstante, hemos visto cómo la pandemia ha estresado el uso de estas tecnologías y aumentó nuestra dependencia a ellas particularmente en el área de salud, Gobierno, educación y en el mundo laboral, a tal punto que actualmente podrían reclasificarse como tecnologías vitales.
Hoy fácilmente se podría afirmar que, sin conexión, no hay educación, trabajo, incluso para otros no hay salud y por consecuencia, vida. En estos días de reconocimientos, y especialmente en tiempos de pandemia, junto con agradecer diariamente la inmensa labor de los profesionales de la salud, queremos saludar a todas las mujeres y hombres, técnicos y profesionales de las Telecomunicaciones, personas comprometidas y resilientes que han sido capaz de mantenernos conectados con nuestras familias, estudios, trabajos; siendo testigos silenciosos, pero fundamentales de que podamos seguir estando presentes, aún desde la distancia física.
Vale la pena, que como sociedad reconozcamos a estos profesionales y prestemos atención a su labor, valorando lo que hacen por nosotros, más hoy en medio de esta crisis sanitaria que nos ha obligado a cambiar nuestros estilos de vida.
El año 2020 quedará grabado como el año en que hicimos contacto entre nosotros, donde redescubrimos la maravilla de la multi-presencia e inmediatez, la aceleración que esto puede provocar y aumentar las posibilidades de desarrollo país, económico y social. Si bien esta nueva normalidad exige el distanciamiento físico, nos ha entregado un acercamiento digital.
Lo interesante de lo que estamos viviendo, no es debatir si debemos volver a lo presencial o quedarnos a vivir por siempre en lo digital, sino es entender que la realidad presencial y digital debe convivir simultáneamente.
La invitación para todos es a mirar el vaso medio lleno con el acercamiento digital y a entender que hoy gracias a él, podemos seguir nuestras vidas de forma diferente, sin duda, pero seguimos en movimiento.
Por Benjamín García, Subdirector Telecomunicaciones Escuela de Informática y Telecomunicaciones Duoc UC.