Dr. Doris Sequeira
Académica de la Facultad de Salud, UCEN
Aunque el ser humano es un ser sociable, muchas veces se requiere de momentos de soledad para estar consigo mismo, oportunidad que permite analizar lo vivido y plantearse nuevos proyectos. Aquellos que están satisfechos con su vida, que cuentan con redes de apoyo, que tienen recursos personales positivos, probablemente el impacto del distanciamiento social será mínimo.
En aquellos adultos mayores en que no se dan estas características, probablemente se sentirán solos, debiendo implementar algunas estrategias para disminuir su impacto en su salud física y psicológica, por ejemplo, evitar el exceso de información, converse e interactúe con las personas de su casa.
Si está solo, utilice la tecnología para unirse a sus seres queridos. Si no llaman, llame usted. Realice actividades que disfruta, como regar, la jardinería, bordar o cantar. La idea es dedicar tiempo para uno y no olvidar los controles médicos. Tratar de practicar ejercicios, si no se cuenta con acceso a ellos por internet, simplemente bailar. Escuchar música que invite a la meditación, pensar en cosas gratificantes que se ha realizado y que se pueden seguir haciendo. Otro aspecto importante es ejercitar la mente, le ayudará a mantenerse activo cognitivamente.
Lo más importante es recordar que con permanecer en la casa se está haciendo algo que es esencial para el bien común y la sociedad, pues está ayudando a salvar vidas.